Porque al ser humano le gusta conocer, explorar, experimentar cosas nuevas y descubrir nuevos límites. No amamos lo prohibido, lo deseamos y nos despierta curiosidad, brinda una sensación de libertad extra. No hablo de cosas prohibidas por la ley, sino por la sociedad.Lo que sentimos hacia lo prohibido es más una atracción, un deseo, puesto que es algo mucho más inconsciente que responde a esa necesidad propia del hombre de conocer, explorar y crear nuevos límites.
